MENORCA
En un terreno de la bahía de Mahón en Menorca, me enfrento a una casa de veraneo
para una familia. Varios condicionantes, además de las necesidades de los
propietarios, me ayudan a dirigir la volumetría.
La orientación norte con las vistas hacia el mar, sin renunciar a las aperturas traseras
de la fachada de la calle con orientación sur para recibir luz en el interior, están
condicionadas por las vistas de los vecinos.
Así que se proyectó una gran viga que
permite recibir luz en el interior impidiendo las vistas de los vecinos y aportando
intimidad, resultando una fachada muy ciega hacia la calle pero recibiendo la luz a
través de los patios que va generando la viga, que resuelve todo este alzado sur.
Una secuencia de muros y patios amortigua el interior de la vivienda disolviendo la
frontera interior- exterior de la cara sur.
Interiormente, la vivienda se abre y se cierra a las vistas del mar, generando fuertes
contrastes de luz. Espacios conectados por transiciones ciegas que recuerdan a la
arquitectura antigua mediterránea.
Los acabados monocromáticos hacen que la luz natural no se vea afectada más que
por la forma de los espacios. Acabados artesanales y fuertes muros conforman el
edificio.