PASEO DE LA HABANA
“Mi estudio son unos espacios que satisfacen mis aspiraciones estéticas de los últimos años. Está compuesto principalmente por dos grandes volúmenes vacíos de gran altura y luz cenital que descansa sobre los puestos de trabajo, y los espacios de estar y reunión.
El peso del vacío gravita con fuerza y no concede decoración alguna en sus paredes. Todo cae, desnudando los muros que lloran al ser conscientes de este devenir incierto de la vida.
En mitad de la ajetreada Madrid, llena de dinamismos, mi intención era lograr un espacio descontextualizado de la ciudad. Un oasis de calma. Un refugio de silencio donde el vacío era el protagonista.
Con suelos de piedra caliza y muros artesanales de cal, el estudio se muestra como un templo donde cada día debe surgir la emoción”.